Qué es el estilo y en qué te beneficia conocer el tuyo
Estilo, moda, imagen personal, tendencias… todos conceptos diferentes que parecen referirse a lo mismo.
La imagen y la estética son un tema que puede resultar complicado de entender, si nos basamos en las erróneas y confusas interpretaciones que se han difundido por años.
En este artículo te cuento exactamente qué es el estilo, en qué se diferencia de la moda, y cómo nos ayuda a transmitir nuestra identidad al mundo.
¿Qué es el estilo?
En Internet se encuentran muchísimas definiciones sobre el estilo de vestir; algunas de ellas afirman:
“El estilo se basa en el aspecto estético externo que se percibe a través de los sentidos”.
“El estilo es la manera que tenemos de vestirnos, y se consigue con la combinación de prendas de determinadas líneas, formas, volúmenes y colores, además de los complementos, el peinado y el maquillaje”.
Puede que el estilo tenga que ver con estas ideas, pero, desde mi perspectiva, no exactamente.
Para mí, el estilo es nuestra forma de ser y estar en el mundo. Sí, así de sencillo y así de complejo.
El estilo no es un componente que se reduce meramente a la imagen, y mucho menos al vestuario y sus accesorios. Yendo más allá, el estilo de una persona se manifiesta y expresa a través de todo lo que hace: cómo habla, cómo camina, cómo gesticula; ¡incluso en cómo decora su casa o espacio de trabajo!
Más allá del vestuario, todo es estilo.
Enfocándonos en el concepto de “estilo de vestir” o de imagen personal, podemos acotar la definición de estilo como el filtro que nos permite crear un lenguaje estético propio.
¿Propio? Sí.
Si bien hay ciertos parámetros que “regulan” o son compartidos por varias personas que “responden” a un estilo, (y así es como puede llegar a “definirse” un estilo per sé), lo cierto es que es hay tantos estilos como personas en el mundo, por el simple hecho de que, si se identifica y utiliza deliberadamente, es, nada más y nada menos, que la expresión de la identidad de una persona y el mensaje que quiere transmitir.
Entonces, ¿cuál es la diferencia con la moda?
En internet se encuentran definiciones del concepto de moda tales como:
“Gusto, costumbre o uso, o conjunto de ellos, propios de un grupo, un período de tiempo o un lugar determinados”.
“Conjunto de prendas de vestir, adornos y complementos que se basan en esos gustos, usos y costumbres, y que se usan durante un período de tiempo determinado”.
A mí me gusta definir a la moda como un modo de hacer las cosas; es decir, como una propuesta sobre un modo de vestirnos en un momento histórico y social determinado. Dicho modo se presenta a través de las tendencias y microtendencias que nos muestran las pasarelas y las vidrieras.
Lo cierto es que la moda nos acerca muchas propuestas estéticas, de las cuales uno (si conoce su estilo y gustos), elige y filtra para agregar a su propio lenguaje estético de manera que sumen a lo que se quiera proyectar o transmitir.
Contemplando lo que la moda propone, y si nos conocemos lo suficiente, podremos analizar qué nos gusta, qué nos ayuda a comunicar nuestra identidad, qué potencia o funciona mejor con nuestras actividades diarias y qué nos queda cómodo, entre otras cosas, para tomar sólo lo que se adapte a lo que somos hoy y nuestra situación presente.
A mis clientes/as siempre les digo que el guardarropa no tiene que ser una colección de “cosas lindas” o que “están de moda”; por el contrario, el guardarropa es funcional cuando se acerca más a ser un conjunto de herramientas estéticas que nos permitan comunicar lo que somos en los momentos adecuados, acorde a lo que se quiere proyectar.
¿Los estilos de vestir son estáticos?
Para responder a la pregunta: “¿El estilo de una persona es siempre el mismo?”, debería repreguntar: “¿Las personas somos siempre de la misma manera?”.
A lo largo de mi carrera como asesora en imagen y marca personal, me he encontrado con una infinidad de casos en los que (principalmente) mujeres llegaban a mí en la búsqueda de crear una imagen con la que se sintiesen identificadas.
Y llegado el momento de analizar el guardarropa, se sorprendían con lo que encontraban, por ejemplo: un armario lleno de prendas súper románticas con bordados, perlas, colores pasteles y encajes, y su dueña no daba crédito de lo que veía. “¿En qué momento me vestí así?”
¡Es muy normal!
Sentir que hoy en día no nos identifica en absoluto lo que en algún momento sí (o eso creíamos) es muy común y recurrente, por el simple hecho de que uno/a va tomando decisiones y acciones tanto a nivel personal como profesional que modifican la manera de pensar y percibir el mundo y, por ende, a uno/a mismo/a.
Si el vestuario hoy no nos representa, es porque hubo un cambio o evolución a nivel interno.
Consecuentemente, el estilo evolucionará con nosotros/as, aunque siempre, en la base, haya un “hilo conductor” que una todas las versiones.
La fortaleza o visibilidad de ese hilo conductor depende pura y exclusivamente de cada persona. Hay quienes tienen un core o base de estilo bastante marcado, por lo que se percibe como un estilo más “inalterable”, y hay quienes son más eclécticos/as y necesitan y buscan expresar cada estado o cambio anímico a través de su imagen, por lo que se perciben más variaciones.
¿Cómo identificar cuando es necesario revisar el estilo?
- ¿Cómo me proyecto?
- ¿Cómo me siento con esta prenda?
- ¿Por qué me siento así?
- ¿Qué modifico de mi forma de vestir?
- ¿Mi guardarropa habla de mí o de alguien que ya no existe?
Para poder darnos cuenta cuándo es momento de ajustar ciertos aspectos del estilo que venimos manteniendo y vistiendo hasta ahora, es fundamental la información que tenemos sobre nuestro momento presente.
La Presencia Consciente®, el método que guía mi trabajo en todos mis servicios de asesorías y formaciones, prioriza precisamente esto: ser conscientes sobre el proceso y momento en el cual nos encontramos, de manera que podamos decidir estratégicamente sobre aquellas piezas y complementos con los que nos identificamos.
En conclusión
La interpretación o construcción del estilo es muy variada y depende de cada persona y de su toque especial, porque como dice el dicho: cada persona es un mundo.
Como estamos hablando de personas, no hay nada que pueda establecerse como regla genérica o ley absoluta para todos y todas, simplemente porque cada uno/a vive, piensa, transita procesos y momentos diferentes, por lo que buscará (conscientemente o no) transmitir estilos y mensajes diversos.
Si querés indagar más sobre cuál es tu estilo personal y cómo potenciarlo, podés descargarte esta guía gratuita con mis 6 pasos para encontrar tu estilo.
Cariños,
María