Los 5+1 errores más comunes al vestir

Renovar el guardarropa con un poco de color y confianza es totalmente posible, si aprendemos a combinar matices, estampas y formas. Podés vestirte con atuendos que se salgan del clásico negro, blanco y gris sintiéndote segura y a gusto con lo que llevás puesto, tan solo necesitás saber cómo hacerlo.

En este artículo te cuento cuáles son los 5 errores más comunes que podemos cometer a la hora de vestirnos.

Vestirte con colores (y combinar bien) es posible

¿Cuántas veces miraste tu armario y pensaste: “¡Qué cantidad de ropa negra!”? La buena noticia es que no estás sola; la mala… ¡que hay un mundo de colores y estampas que te estás perdiendo!

Las prendas negras, blancas y grises son las que nos aseguran combinar y vestirnos de forma correcta para, básicamente, cualquier ocasión. El problema ahí reside en que no te permitís jugar con tu estilo y, mucho peor, no dejás que tu personalidad se exprese a través de él.

A combinar y a vestirse, se aprende

Yo sé que todas conocemos a una prima, amiga, vecina que ¡SIEMPRE! parece estar arregladísima, como si recién saliera de la peluquería y toda su ropa fuese nueva. Aunque ya sabés la respuesta, dejame repetírtela: ¡ese no es el secreto! 

En ocasiones también se escucha mucho decir que “con dinero cualquiera se viste bien”, pero esto tampoco es verdad: el dinero puede servirnos para acceder a prendas o accesorios de mejor calidad o más exclusivos, pero si primero no aprendemos a combinar y gestionar lo que tenemos, no habrá dinero que nos salve (¡a menos que lo destinemos a aprender a vestirnos!).

Vamos, ahora, por lo más sencillo: reconocer los errores que estás cometiendo y empezar a evitarlos.

Errores más frecuentes al combinar prendas, colores y estampados

Abusar de las tendencias

Las tendencias son interesantes, divertidas, creativas… Y son una excelente forma de reversionar temporalmente nuestro guardarropa con poco; pero si te volvés loca por seguirlas a rajatabla e intentás, como se pueda, utilizarlas todas juntas, no quedará ni se verá natural.

Elegí solo las que te gustan y se conectan con tu estilo, e incorporalas a tus atuendos de forma medida.

Te recomiendo comenzar por algo sutil para ir viendo cómo te sentís y lograr un punto de equilibrio que te otorgue comodidad, por ejemplo: si te gusta la tendencia del color amarillo, podés sumarlo en una campera que acompañe el look, asegurándote de no cansarte de verte en ese tono y solo usarlo como acento o realce.

Utilizar demasiadas líneas horizontales

Tené cuidado, cuando elijas las prendas para un atuendo, de no abusar de las líneas horizontales, porque, si hay muchas, genera un efecto de un cuerpo “por partes” y no unificado.  Buscá formas de combinar dos prendas que tengan diferentes cortes o movimientos para “romper” con la horizontalidad, por ejemplo: blusa a rayas horizontales y falda a lunares.

Vestir todas prendas holgadas (y no cortarlas)

Los pequeños detalles de un look influyen en el resultado. Si sos de las que ¡aman! las prendas sueltas, el truco no es dejar de usarlas u obligarte a utilizar algo más ajustado para equilibrar, sino saber cómo vestirlas.

Por una cuestión de balance, (y de líneas horizontales) es mejor combinar prendas ajustadas y otras un poco más holgadas para asegurarnos un resultado ópticamente balanceado.

Si utilizamos solo prendas sueltas y muy holgadas, podemos sentir que aumenta y se ensancha nuestra silueta, y eso es un engaño visual que a quienes deseen verse más estilizadas, no las favorecerá.

Así, por ejemplo, si utilizás pantalones tipo sastrero de corte suelto, maxisuéteres y blusas holgadas, podés buscar cortar el look con un cinturón o con la blusa dentro del pantalón para lograr un efecto de contorno de silueta sin estar, precisamente, ajustada. Sin esto, el atuendo puede transmitir un aspecto cuadrado y hasta desarreglado.

Equivocarte con la proporción zapatos – pantalón

Este error es muy común cuando elegimos un par de jeans y botas, pantalones palazzo y tacos, o un enterito y zapatos planos, por ejemplo.

A lo que voy con el tema de la proporción es que, por ejemplo, si el jean que elegiste es de tipo cropped o tobillero, deberías elegir un calzado que deje tu tobillo al descubierto. Si es un palazzo, deberías sumar un calzado que te de la altura suficiente para que el ancho final del pantalón se luzca y no lo arrastres por el piso.

Otro caso: Si los jeans elegidos son elastizados y los vas a llevar con botas, asegurate de doblarlos para que no queden “abullonados” o excesivamente arrugados en la zona del tobillo y le permitan al calzado lucirse.

Abusar u olvidarte de los accesorios

Los accesorios pueden terminar de dar el toque para que un look “bleh” pase a ser un look “woooow”; eso sí, si sabés combinarlos y elegir los indicados.

Prestá atención a no saturar ninguna zona de tu cuerpo con ellos: si, por ejemplo, te ponés una blusa de cuello alto, intentá no llenarte el rostro con un collar demasiado llamativo y unos aros muy grandes.

En el punto contrario, un look sin, al menos, un accesorio, puede quedar bastante soso, por lo que buscá agregar siempre, al menos, uno: pañuelo, aros, pulseras, cinturón…

Bonus: ¡Esconderte detrás de ropa holgada también es un error!

Sé que consejos te van a ayudar a sentirte más cómoda con tu ropa, e incluso arriesgarte un poco más a la hora de comprar. Lo mejor que podés hacer es mostrarte tal como sos, por dentro y por fuera, porque recordá que tu forma de vestir es tu manera de contarle al mundo quién sos.

En conclusión

Si soy realista, sé que el negro es el color preferido de casi todo el mundo. Pero ¿es el verdadero color favorito, o es “el que toca” porque no nos animamos a probar otros?

¿Te pusiste a pensar, alguna vez, por qué nunca usas colores brillantes y divertidos? No: no es porque “a vos no te queden bien”, es porque necesitás aprender un poco más sobre cómo gestionar tu imagen.

¿Crees que si usas solo prendas híper sueltas te vas a ver “más flaca”? Mmmm, la verdad es que así solo lograrías el efecto contrario. Así que ¿qué te parece si dejas de lado esas falsas creencias y aprendés a vestir tu silueta para destacar las partes con las que te sientas más a gusto?

Espero que tengas en cuenta estos detalles a la hora de armar tus atuendos, y recordá que si te cuesta descifrar cuál es tu estilo, tengo este recurso gratuito que, de seguro, te va a ser de muuucha utilidad.

¡Hasta la próxima!

María