La moda como herramienta de superación personal
La moda, para mí, siempre se ha tratado de un proceso de exploración personal.
De todo eso que hay disponible en las tiendas, ¿qué me define y definitivamente vestiría? ¿Qué colores y formas me ayudan a conectar con los demás desde lo que quiero transmitirles?
Quiénes somos se expresa, entre otras cosas, a través de lo que elegimos vestir. Hay tipos de prendas o complementos que realmente hablan de nosotros, nuestros gustos y preferencias.
Cuando una persona que te conoce mucho te dice que vio algo en una tienda que “es muy vos”, te está marcando que ha logrado encontrar tu personalidad reflejada en una estética específica, ¡y eso es fantástico!
Los colores, tejidos y siluetas que nos atraen nos ayudan a atraer y conectar con la vida que queremos y las metas que nos trazamos. En ese sentido, la moda es una fuerza poderosa que nos impulsa a la autoexpresión.
Una autoexpresión que, te deseo, sea lo más auténtica y consciente posible.
¿Para qué te vestís?
Seguramente más de una vez escuchaste frases vinculadas a la moda como “vestíte para el éxito”, “podes tener todo lo que quieras en la vida si te vestís para ello” o “la moda es la armadura para sobrevivir a la realidad de la vida cotidiana”, y todas tienen algo de verdad cuando se trata de servirnos de la vestimenta para sentirnos más cómodas y seguras a medida que avanzamos hacia una nueva etapa de la vida.
Todas sabemos lo especial que nos puede hacer sentir una determinada prenda en un momento bisagra, o cómo nos inunda la confianza y la actitud positiva cuando vestimos eso que nos gusta tanto (si tenes la suerte de haberlo descubierto).
Por supuesto que hay otros factores más allá del estilo personal que influyen en cómo nos vestimos, tales como el lugar donde vivimos, a qué nos dedicamos y con quién pasamos el tiempo. El contexto en el cual transcurre nuestra vida tiene un gran impacto en las elecciones estéticas que rigen la manera en la que nos presentamos.
Desde mi rol de asesora de imagen, siempre aliento a mis clientes a vestirse de acuerdo a quienes son y cómo se sienten consigo mismos, partiendo de la premisa de que para hacer un uso estratégico de la moda, primero necesitamos conocernos en lo profundo.
¿Qué me define? ¿Qué quiero generar en los demás? ¿Cómo me quiero sentir a través de mi ropa? Esas son algunas de las preguntas que nos ayudan a encontrar nuestro estilo. Aunque, cable aclarar, que es un proceso que toma tiempo y evoluciona con el tiempo, y no hay “correcto” o “incorrecto” en el proceso.
Encontrar tu estilo propio es un viaje
Ya sea que estés comprando en una tienda vintage, en una boutique de lujo o estés buceando en tu propio armario, cada prenda que vestís evoca un cierto sentimiento y despierta emociones específicas tanto en vos, como en los demás.
Eso, después de todo, es esencialmente para lo que nos vestimos todos los días. Ese sentimiento que estamos tratando de captar y proyectar, ya sea confianza, profesionalismo, empatía o satisfacción, guía estratégicamente el acto de vestirnos cotidianamente.
Y esos sentimientos, al igual que nuestras preferencias de estilo, cambian y evolucionan con el tiempo. De hecho, es lógico y saludable que así sea. Por eso, te invito a que, cada cierto tiempo, te des el espacio para revisar si lo que estás vistiendo sigue hablando de vos, o bien, necesitas hacer ajustes.
Recorda que la moda está a tu servicio, no al revés.
Te invito a tomarla como una herramienta poderosa que te permite sentirte más a gusto con vos misma y contar quién sos, pero sin pronunciar palabras.
¡Hasta la próxima!
María