Ilusionismo óptico: qué es y qué papel tiene en la asesoría en imagen

El ojo humano tiende naturalmente a percibir los colores, texturas, formas y formatos de diferentes maneras, tanto que la realidad puede verse distorsionada por lo que percibe el sistema visual de cada persona. En este sentido, el ilusionismo óptico tiene un papel fundamental a la hora de crear, modificar o rediseñar la apariencia de una persona en el marco de una asesoría de imagen.

En este artículo veremos qué es el ilusionismo óptico y cómo el ojo humano y el cerebro trabajan juntos para crear una imagen específica.

Ilusionismo óptico en asesoría en imagen

El cerebro tiene que encargarse de descubrir qué forma tienen las cosas basándose solo en una imagen 2D de ellas. Para lograrlo, se apoya en varias señales visuales, como por ejemplo, la superposición de las cosas o las  sombras. 

Cuando hablamos de ilusionismo óptico aplicado a la imagen personal, nos referimos al engaño o distorsión visual que acontece cuando las líneas, formas o entramados de una prenda se mezclan con las de tu cuerpo real, alterando así la percepción sobre el mismo. Esto puede suceder conscientemente o no, y tanto para bien como para mal. 

Hasta hace poco tiempo (e incluso actualmente, aunque tengamos más conciencia sobre ello), la ilusión óptica se utilizaba para estilizar el cuerpo (principalmente femenino) y asemejar su figura a la “ideal” del reloj de arena… ¡Basta de eso! Podemos usar el ilusionismo óptico, ¡claro que sí! Pero yo elijo aplicarlo desde la Presencia Consciente.

No hay dudas de que las prendas y sus diferentes cortes, estilos y estampados pueden favorecer o perjudicar nuestra imagen dentro de los parámetros personales que cada quien defina como propios. ¿Qué sentís que te queda mejor? ¿Con qué te ves más linda, elegante, profesional, alegre? Para eso debemos -o deberíamos- utilizar el ilusionismo óptico: para vernos -y consecuentemente- sentirnos mejor.

Formas de crear ilusionismo óptico en la imagen personal

“Ver es creer; pero cuando miras las líneas, ver es engañar… La ilusión óptica no se limita a cosas como cuadrados y sombreros de copa. Ocurre, de hecho, cuando las líneas de tu ropa se mezclan con las de tu figura y cuando las formas del sombrero y el peinado entran en contacto con tu rostro. Puede suceder para bien o para mal, y nuestra preocupación es asegurarnos de que, en cada caso, las líneas de la ropa se las ingenien para engañar a la vista de una manera que muestre la figura de la mejor forma posible”.

Emmi Cotton, La ropa hace magia, 1949.

Líneas

Las líneas de una prenda crean ilusiones ópticas diversas. Por ejemplo, los trajes y vestidos de la década de 1940 fueron furor porque generaban la ilusión de tener cinturas más pequeñas al enfatizar sutilmente los hombros. En este sentido, las prendas que forman líneas que obligan a los ojos a moverse alrededor de la figura son las que nos permiten sacar el máximo provecho de ella. 

Las líneas asimétricas o líneas diagonales desvían la atención, es decir, cambian el punto focal. Por ende, presentan mucha utilidad para disimular o modificar aquellas partes de la silueta con las que no nos sentimos tan conformes, por ejemplo: frente a una espalda muy ancha, una prenda con rayas diagonales hará que la percibamos más estrecha de lo que realmente es.

Por ejemplo, comparemos un vestido a rayas horizontales y otro a rayas verticales. Por la ley de continuidad (que propone que si el patrón se rompe, la mente tiende a continuarlo) la dirección de las rayas verticales hace que el cuerpo se vea más estilizado o más alto, mientras que la dirección de las rayas horizontales hará que lo percibamos más ancho. Por lo tanto: un vestido de rayas verticales hará que tu silueta se vea más longilínea que un vestido de rayas horizontales.

Punto focal

Este principio establece que nuestro ojo capta aquellos elementos que son diferentes de los elementos que los rodean. Entonces, por ejemplo, si te vestís íntegramente en color gris y sumás un pañuelo fucsia, lo primero que llamará la atención del ojo ajeno será dicho pañuelo, porque su tonalidad vibrante captará todas las miradas: destaca ampliamente del conjunto.

Esta regla de ilusión óptica es una gran herramienta para direccionar la atención hacia aquellas zonas de la silueta con las que nos sentimos a gusto y deseamos resaltar.

Constancia del color 

Si utilizamos la misma prenda en combinación con dos de colores diferentes, el ojo no percibirá exactamente la misma prenda.

Esto se relaciona con el fenómeno de la constancia del color. Como los objetos lisos no cambian de color, aunque tengan una iluminación diferente el cerebro determina naturalmente de qué color es un objeto en función de los otros colores que componen la imagen. Esto significa que, por ejemplo, una manzana es roja al mediodía y al anochecer, pero podemos percibir diferentes matices o tonos de un mismo color según lo que haya a su alrededor o debido a la luz del ambiente. 

En el caso de la vestimenta, combinar una prenda brillante con colores claros y vibrantes también hará que parezca un poco más tenue, mientras que combinarlo con colores oscuros o menos saturados hará que parezca más brillante aún.

Contraste de figura y fondo

Los juegos de contraste entre colores y figuras, que pueden ser geométricas o curvas, como recortes en ciertas partes del cuerpo, son óptimos para cambiar la apariencia de la figura.

Uno de los ejemplos más conocidos y aplicados de esta regla de ilusionismo óptico es el de las prendas con laterales de colores contrastados. 

Los laterales de un color diferente al tono del resto de la prenda cambian el modo en el que el cerebro percibe la forma integral del modelo. Cuando encuentres prendas que tengan un color más oscuro o diferente en zonas donde se “interrumpe” el contorno del cuerpo (como los laterales de la silueta, la línea debajo del busto, la zona debajo de la cintura, etc.), ahora sabés que ahí tenés una prenda que te ayudará a verte más estilizada y esbelta, si eso es lo que buscás.

Un ejemplo de esta ilusión óptica es el famoso vestido “miracle dress” de Stella McCartney:

Bonus:  El ilusionismo óptico es una herramienta que podemos aplicar para vernos y sentirnos más a gusto con la imagen que nos devuelve el espejo. Sin embargo, recordá que no hay engaño que valga para reemplazar una buena postura: erguida, recta, con los hombros relajados y con el mentón levemente hacia arriba. Esa es la base de una figura estética y agradable (lo que eso signifique para vos).

En conclusión

Con esta información podrás descubrir si tus looks favoritos responden a alguna de estas técnicas que nos permiten rediseñar la silueta; también podrás comenzar a armar atuendos con esas prendas que te encantan pero que tal vez no usás mucho porque no sabés si logran el efecto deseado en términos de lo que buscás destacar de tu silueta y la imagen que querés proyectar. 

Lo que vemos, como vimos ahora, valga la redundancia, puede no ser -en absoluto- lo que realmente es. Te invito a utilizar esto a tu favor para que tu imagen te haga sentir más cómoda, más a gusto con vos misma, más confiada y segura.

Y si te cuesta pensar cómo aplicar estas técnicas a la hora de combinar tus prendas, podés descargarte mi guía gratuita para identificar tu estilo. 

¡Hasta la próxima!

María