Cómo vestirse de forma profesional
Mucho se habla de vestirse de forma profesional, de vestirse elegantemente y de estar “bien vestido” para el mundo laboral… Pero ¿qué significa exactamente? ¿Qué implica “vestirse bien” siendo profesional?
En este artículo desentrañamos de qué hablamos cuando nos referimos a vestirse bien en el ámbito profesional y te llevás algunos consejos propios para aplicarlo en tu día a día, sin importar el trabajo que realices o la posición que desempeñes.
Vestirse bien todos los días es posible
Vestirse bien, de forma elegante y con estilo todos los días es una habilidad que puede parecer difícil de desarrollar. Sin embargo, frente a lo que significa “vestirse bien” suele haber más de un malentendido: para comprender cómo lograr atuendos que nos hagan sentir cómodas y nos vistan para la vida profesional todos los días, no necesitamos tener millones de dólares invertidos en ropa o toda la nueva colección de las mejores marcas (como se suele creer), se necesita entender, ante todo, qué es lo que significa la ropa para nosotras (y para el mundo que nos rodea) y qué es lo que queremos transmitir con ella.
Hoy en día, el mundo profesional se ve afectado positiva y negativamente por la vestimenta que decidimos utilizar a diario. ¡Y no lo digo yo! Un estudio de Dress for Success, una organización sin fines de lucro, lo afirma: el estilo debe ser considerado parte de la mejora continua del profesional del siglo XXI (pospandémico).
Nuestros atuendos pueden ayudarnos (o no) a alcanzar el éxito laboral, ya sea a nivel individual o corporativo.
Pero ¿cómo encontrar la fórmula que nos permite vestirnos bien todos los días sin frustrarnos en el intento?
Frente a esta pregunta, es importante entender que cada prenda que elegimos vestir es un voto a favor (o en contra) hacia la definición de una identidad. Lo que vestimos nos define. La imagen personal, durante los últimos años, ha tomado una dimensión diferente y más importante: no es un fin en sí mismo, sino el medio a través del cual expresamos nuestros deseos, valores y objetivos al mundo.
En este sentido, en el ámbito laboral, las personas pueden percibir atributos como confianza, autoritarismo, seguridad, empatía, responsabilidad, profesionalismo… Con solo vernos entrar a un espacio o toparse con nuestras fotos en las redes sociales. Así, la imagen se ha vuelto una herramienta que podemos usar para nuestro beneficio, si vestimos con conciencia y presencia (pero sin dificultad) para empoderarnos e impulsarnos hacia las metas que queremos alcanzar.
“Un buen guardarropa no catapulta como un turbo necesariamente tu carrera, pero uno mediocre la hundirá sin remedio”.
John T. Molloy
Podemos decir, así, que vestirme bien de forma profesional es poner la conciencia y la presencia a trabajar en pos de crear atuendos que no solo representan nuestros valores, nuestra filosofía de vida y nuestra autenticidad, sino también que nos facilite el camino hacia nuestros objetivos más audaces.
¿Cómo crear, entonces, atuendos diarios que nos vistan bien y de forma profesional?
Consejos para vestirse siempre bien para la vida profesional
A la hora de visualizar tus atuendos…
Contá con un guardarropa ordenado
Cuando se trata de vestirse bien y adecuándonos a un determinado contexto como es el ámbito profesional, necesitamos saber qué tenemos y cuál es la situación de nuestro armario. No podemos pretender crear atuendos funcionales si ni siquiera sabemos lo que tenemos a disposición.
Te recomiendo que, como primera tarea, te dispongas a ordenar, seleccionar las prendas que tenés.
Buscá quedarte con lo que utilices a día de hoy (todos los jeans que ya no te entran o las blusas que te regalaron pero que no te gustan, ¡afuera!) y ordená las prendas de forma estratégica (lo que sea estratégico para vos): si sos más de guiarte por el color, doblá las remeras, blusas y pantalones por colores; si preferís ordenar por situación, separá todo lo que es para la zona inferior que denote más formalidad, y por otro lado guardá lo que sea más casual o informal.
Vestite con inteligencia, y paciencia
Este consejo parece una obviedad, más se practica (mucho) menos de lo que se debería. Si queremos vestirnos con conciencia y presencia tenemos que olvidarnos, ¡borrar de nuestra mente! dejar la elección o armado del atuendo para el mismo día a las 6:50 AM apenas nos levantamos y con los minutos contados.
Podés destinar una hora (¡te prometo que una hora te alcanza!) de tu domingo para armar los looks de la semana, por ejemplo. Así, a base de práctica y organización, vas a empezar a mejorar la técnica y el ojo crítico.
¿Cuántas veces te pusiste una blusa quizás algo transparente y después te diste cuenta que no era un atuendo adecuado para un día lleno de reuniones y estuviste incómoda?
¿Alguna vez te pusiste un jean más roto de lo recomendado para encontrarte por primera vez con un potencial nuevo cliente?
Estos son errores que suelen suceder por vestirnos “a las apuradas”, sin el tiempo y la conciencia para atender estos detalles.
Para evitarlos, te recomiendo dedicar un momento al inicio de la semana para pensar para qué actividades específicas tenés que vestirte a lo largo de los próximos días, y en base a eso, crear los atuendos adecuados. Preguntate, para cada prenda que termines eligiendo: “¿Esta prenda qué función debe cumplir? ¿La cumple o no?”
Tené siempre a mano una camisa blanca
Yo sé que este consejito no te hace descubrir un nuevo continente, pero estoy segura de que si sos del grupo de personas que ¡todavía! no tiene una camisa blanca en su guardarropa… ¡Me lo vas a agradecer! Esta es LA pieza clave en el ámbito profesional (sea más corporativo y formal, o más relajado y creativo) para completar atuendos de forma práctica, sencilla, y sin gastar una fortuna.
¿Vestido muy escotado? Camisa blanca debajo.
¿Pantalón con estampado llamativo? Camisa blanca en el tren superior.
¿Jean liso y sandalias de verano? Camisa blanca para agregar un toque de formalidad.
¡Tip Extra! Te invito a que busques qué prenda es “tu propia camisa blanca”, esa prenda que sentís que te salva siempre, no importa la ocasión.
A la hora de vestirte…
No le tengas miedo a las estampas
Las estampas, los patrones y diseños son una excelente forma de destacar y crear atuendos que dirijan la mirada hacia nosotras y hacia la zona del cuerpo que queremos.
Buscá estampados con los que te sientas segura, que te gusten y te empoderen, y animate a vestirlos con tu propia impronta y toque de autenticidad.
Lejos de ser poco profesionales, las prendas estampadas hablan de cierta confianza y seguridad en tu identidad como profesional, ¿y qué mejor que contárselo al mundo en ocasiones especiales como conferencias, presentaciones o ponencias?
Buscá el equilibrio entre la zona superior e inferior
Para este punto podés aferrarte a la regla más sencilla: si arriba es ajustado, abajo es más holgado; si arriba es holgado, abajo es ajustado. De esta forma te asegurás vestirte siempre de forma equilibrada utilizando todas las prendas que tenés.
Y cuando te sientas más segura a la hora de armar looks, animate a más: si querés usar un pantalón suelto tipo sastrero y una camisa holgada, usala por dentro de la cintura del pantalón, para lograr, por ejemplo, un efecto de corte.
Te invito a descubrir, dentro de los parámetros considerados estéticos de forma universal, qué es lo estético y equilibrado para vos.
Acordate de los accesorios
Ya sea algo simple como unos aritos de perlas o un collar imponente con una camisa blanca, recordá agregar algún accesorio a tus atuendos, porque solemos olvidarnos, y esos puntos de luz y de brillo suelen dar, a la visión integral, un toque más de frescura y profesionalidad.
En conclusión
La imagen con la que nos presentamos en nuestro día a día laboral es fundamental para influir en cómo nos perciben los demás (y también para impactar positivamente en nuestra autoestima).
Si vos sos de las que confían en la imagen como un medio para mostrar nuestra autenticidad y valores…
Si creés que cómo te vestís habla de cómo te enfrentás al mundo…
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¡Entonces este e-book es para vos!
RESUELTA es la guía clara, simple, concisa y divertida que te permitirá pasar del caos del “¿¡Qué me pongo!?” a la creación de atuendos lindos, alineados a tu esencia, profesionales y con un mensaje detrás de forma PRÁCTICA, EFICAZ y SOSTENIBLE en el tiempo.
En él vas a encontrar las 6 reglas fundamentales para aprender a crear looks para todos los días de forma rápida y asertiva ¡SOLO! con lo que ya tenés en tu guardarropa.
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¡Hasta la próxima!
María