3 enfoques que ya no van más en imagen personal
A lo largo de los últimos años, el pensamiento, las ideologías y experiencias personales y sociales se han transformado significativamente. Y se trata de un proceso que se aceleró tras la pandemia de 2020.
La imagen personal ha sido (y es, y seguirá siendo) el canal donde desembocan todos estos cambios sociales para proponer nuevas perspectivas y formas de representarnos y mostrarnos frente al mundo.
“La edad moderna estaba obsesionada por la producción y la revolución; la edad posmoderna lo está por la información y la auto expresión individual.”
La era del vacío, Gilles Lipovetsky
¿Qué cambios se gestaron?
En el mundo de hoy ya no admitimos perspectivas restrictivas, poco sustentables y excluyentes en ningún sentido. Abogamos por la inclusión, por la libertad, por la diversidad, siempre y cuando cuidemos el medio ambiente.
Todos estos nuevos manifiestos que aparecen en la sociedad actual se trasladan también a cómo debe verse una persona, a lo que esperamos que la imagen pueda expresar y hacer por nuestra autenticidad.
Uniformar y masificar la apariencia estética fue propio del siglo XX: la moda dictaba lineamientos que todas y todos se apresuraban a seguir de manera unívoca. Pero ahora en este siglo XXI que transitamos, la libertad de expresión para vestirnos y exteriorizar nuestra personalidad de la manera más única posible toma la posta.
¿Cómo impactan estos cambios en la asesoría en imagen?
Hoy en día, el aporte desde el asesoramiento en imagen se centra en asistir e impulsar procesos de identificación y expresión de la autenticidad. Como asesoras, tenemos que focalizarnos en encontrar aquello con lo que cada persona se siente a gusto y desea reforzar en su comunicación externa, y desde allí, plantear maneras simples de traducirlo a diseños, prendas, accesorios y colores.
Para esto, primero es necesario darnos cuenta de en qué aspectos de nuestro trabajo como asesoras se “cuelan” estos enfoques obsoletos, y desde ahí, abocarnos a desprogramarlos. Y para esto, encuentro 3 aspectos fundamentales en los cuales apoyarnos:
1. La escucha activa
2. La empatía
3. El respeto
¿Cómo incluir enfoques más empáticos y conscientes en tus asesorías?
La demanda de mostrarse libremente y con autenticidad requiere de nosotros, profesionales de la imagen, más empatía, creatividad, disrupción y agilidad. Es clave desarrollar la capacidad de adaptarnos a los cambios sociales e individuales con rapidez (sin perder las bases de la asesoría en imagen).
Lo de trabajar desde modelos cerrados o recetas prefabricadas para copiar y pegar… sencillamente ya no funciona. Cada persona que acude a nosotras viene con un desafío diferente, y para atraversarlo con éxito, debemos, primero, interpretar su personalidad, necesidades y deseos para luego trazarle un plan de acciones concretas y simples que trasladen todo eso a su presencia.
Veamos, entonces, 3 enfoques que dentro de esta nueva mirada sobre la imagen, ya no podemos perpetuar.
3 enfoques obsoletos en imagen personal
“En este contrapunto que parece un juego, las apariencias y las formas de presentarse frente al otro se están consolidando como una bandera de las identidades personales.”
Política de las apariencias, Susana Saulquin
Llevar los cuerpos al reloj de arena
¿En serio seguimos creyendo que todas las mujeres y todos los cuerpos se deben (¡¡y pueden!!) vestirse de la misma manera?
La anulación de los géneros, la heterogeneidad de cuerpos y formas de belleza, grupos étnicos y orígenes son un logro enorme que está cambiando los cánones estéticos de la vida contemporánea y que, por consiguiente, comienza a modificar los códigos culturales y de identidad de las personas, en términos de inclusión, apertura y diálogo.
No hay dudas de que la moda y las redes sociales juegan un papel importante en la definición de los estereotipos, y que muchas veces puede ser cruel, pero la realidad es que siempre dependerá de la sociedad y nosotras, como asesoras en imagen, entender que la belleza es el reflejo del interior de cada persona, y es nuestra responsabilidad profesional trabajar desde y por la difusión de este enfoque.
El famoso “¡No te lo pongas!”
Basta de los enfoques restrictivos y hegemónicos en los cuales la respuesta para todo es un blazer aunque el cliente expresamente plantea que ¡odia los blazers!
Necesitamos abrir la cabeza y poner en juego la creatividad, la capacidad de descifrar los códigos o reglas de las personas y sus distintos y variados ámbitos laborales y cotidianos para que, en base a las especificidades, podamos poner nuestro conocimiento a trabajar para crear una propuesta acorde a las reglas, pero también a los gustos personales.
Si los resultados que se ven no pueden elevar la autoestima y la confianza de quien nos eligió para mejorar su imagen, entonces ¿para qué estamos trabajando?
La lista de compras interminable
El enfoque para nada sustentable que plantea el paso de la compra como condición innegociable para mejorar el estilo personal… ¡está out!
¿Por qué no proponemos redescubrir (lo mucho o poco) que haya en el placar y comenzar a crear atuendos con eso? Muchas veces, quien invierte en un asesoramiento no cuenta inmediatamente con los fondos para encarar una súper compra. Y, de hecho, en la mayoría de los casos ni siquiera es necesario.
“El aporte desde el asesoramiento en imagen se centra en asistir e impulsar procesos de identificación y expresión de la autenticidad personal”.
Nos invito a todas las asesoras de imagen a desafiar las reglas y desafiarnos a nosotras mismas en pos de acompañar a las personas en su búsqueda de ser la mejor versión de sí mismas a través de una imagen auténtica, positiva y consciente.
*Este artículo surge en el marco de una charla ofrecida a personas interesadas en la Certificación Profesional en Asesoría de Imagen de la Escuela Boutique de María Soto.
Si vos también te sentís interesada (e interpelada) por una propuesta que te invita a abordar la imagen (propia y ajena) desde la presencia, la practicidad y la autenticidad como valores predominantes, te invito a conocer más sobre la Certificación Profesional en Asesoría de Imagen.
¡Hasta la próxima!
María Soto